martes, 27 de junio de 2023

¿Hacia dónde nos lleva el nuevo Estatuto del Becario?

Con este post no pretendo criticar el nuevo Estatuto del Becario sino sólo analizar qué novedades busca introducir para que después cada cual saque sus propias conclusiones. Sí que al final del texto me atrevo a indicar algunas, pero en todo caso es una opinión desde mi experiencia gestionando “prácticas no laborales” en instituciones de ámbito universitario y de formación profesional en España.

Los promotores del cambio indican que la nueva regulación tiene como objetivos: la garantía del carácter formativo de las prácticas, la protección social y el apoyo económico durante su realización.

  • Durante los estudios universitarios oficiales, se mantienen las prácticas académicas externas en las modalidades curriculares y extracurriculares, pero limitándose las extracurriculares al 15% de la titulación y con un límite máximo de 480 horas. Recordemos que las prácticas curriculares no pueden superar el 25% de las horas que componen los créditos de la titulación.

Ejemplo: Grado universitario de 240 créditos ETCS

Tipología de Prácticas

Máximo ETCS

Máximo horas realización

Prácticas Académicas Externas Curriculares

Máximo 25% (60 ETCS)

Máximo 1.500 horas

(188 días a razón de 8h/día)

(300 días a razón de 5h/día)

Prácticas académicas Externas Extracurriculares

Máximo 15% (36 ETCS)

Máximo 480 horas

(60 días a razón de 8h/día)

(96 días a razón de 5h/día)

 

 

Máximo 1.980 horas

  • Durante los estudios vinculados a títulos propios de las universidades, la suma total de prácticas curriculares y extracurriculares no puede superar el 25% de los créditos de la titulación, con el matiz de que aquellos con una duración mínima de 60 créditos podrán establecer prácticas por un periodo de tres meses.
  • El Estatuto del Becario además de regular a los estudiantes universitarios, como venía haciendo hasta ahora, también regulará a los que cursen programas de formación profesional: el módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT) de Ciclos Formativos y el módulo de prácticas en los Certificados de Profesionalidad, así como en la FP Dual con prácticas no laborales.
  • Se exige a la empresa que acoja a estudiantes a la compensación de gastos (dietas o desplazamientos) salvo que la beca que reciba ya los cubra. En el caso de que la práctica se realice fuera de España, el estudiante tampoco deberá asumir los gastos de mantenimiento o desplazamiento.
  • El alumnado dispondrá de los mismos derechos que los trabajadores en cuanto a vacaciones, restauración, aparcamiento, seguro médico, etc.
  • El tutor de la empresa o institución que acoja estudiantes tendrá un límite 5 becarios bajo su tutela y siendo un máximo de 3 si la empresa tiene menos de 30 empleados.
  • El número de becarios en una empresa o institución estará limitado al 20% de la plantilla. Se plantea la excepción de pequeñas empresas donde se limitaría a 2 becarios, aunque excedan el porcentaje anterior.
  • Todo el alumnado que realice prácticas académicas a través de un Convenio de prácticas (becarios, es decir, que no existe relación laboral con la empresa) deberá estar dado de alta en la Seguridad Social. Hasta ahora, sólo las prácticas remuneradas cotizaban a la Seguridad Social.
  • Si el texto se aprueba, se podrá compatibilizar la prestación por desempleo y las prácticas. Así, un trabajador de 35 años que reoriente su carrera laboral con un ciclo formativo de FP, podrá recibir la prestación mientras desarrolla el módulo de FCT para obtener la titulación.

¿Cómo será la cotización a la Seguridad Social de las prácticas no remuneradas?

La empresa será la encargada de cumplir con las obligaciones a la Seguridad Social, salvo que en el Convenio de Colaboración Educativa que se suscriba para la realización de las prácticas se acuerde que la obligación corresponde al centro de formación responsable de la oferta formativa. Deberá:

  1. Comunicar los días de prácticas según lo reflejado en el Convenio de Colaboración.
  2. Se deberá realizar el alta en Seguridad Social al inicio de las prácticas y la baja a su finalización, con un plazo máximo de 10 días naturales para ambos casos.
  3. Solicitar a la TGSS un código de cuenta de cotización específico para este grupo de personas.

En cuanto a la cotización y a la acción protectora, sólo se tendrán en cuenta los días en los que el alumnado realiza las prácticas.

Se cotizará por contingencias comunes para cada día de la práctica formativa y por contingencias profesionales según se establezca en la LPGE para cada nuevo ejercicio. En la cotización a las cuotas por contingencias comunes les resultará de aplicación una reducción del 95% a partir del 1 de enero de 2024 y sin que les sea de aplicación otros beneficios en la cotización distintos a esta reducción. Se aprobó en Consejo de Ministros del 27/06/2023 el aplazamiento de la cotización de los becarios hasta el 1 de enero de 2024 para dar más tiempo a los centros educativos para adaptarse a la nueva normativa Entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2023, la reducción en la cotización será del 97% y quedaría de la siguiente forma:

  • 2,36 € por contingencias comunes (con el límite mensual de 53,59 €)
  • 0,29 € por contingencias profesionales (con el límite mensual de 6,51€)  

¿Qué puede suceder?

Me preocupa porque las universidades y los centros de FP pasarán un curso 2023-24 con dificultades porque lo normal es que tanto el sector público como el privado frenen la acogida de nuevos becarios hasta que todo esto se aclare.

Mientras que el sector público preveo que implicará dificultades para hacerse cargo del pago de las cotizaciones a la Seguridad Social por los becarios a largo plazo y por tanto, esto supondrá menos oferta de prácticas para los alumnos en un futuro.

El sector privado tendrá un freno momentáneo que se superará progresivamente en los siguientes cursos académicos y normalizará esta situación.

Sin duda alguna, el mayor beneficiado será quien contabilice la población activa en nuestro país, pues los nuevos datos van a sacar a la luz un volumen muy alto de alumnos que realizan prácticas no remuneradas y que hasta ahora no estaban contabilizados.

jueves, 15 de junio de 2023

Programación Web: una combinación de Creatividad y Tecnología.

¿Quién dijo que la creatividad estaba reñida con la tecnología? Los sitios web que visitamos cada día, como las redes sociales, las tiendas online y los blogs están desarrollados utilizando la programación web y buenas dosis de creatividad.

La programación web es la creación de sitios web y aplicaciones que funcionan en internet. 

¿Cómo es el proceso? Aparentemente sencillo, consiste en escribir y organizar código - son instrucciones informáticas - que el desarrollador le dice al navegador web sobre cómo mostrar y comportarse en un sitio web.

Existen diferentes lenguajes de programación que se utilizan en el desarrollo web, como: HTML, CSS y JavaScript. HTML se encarga de la estructura del contenido, CSS se ocupa del diseño y la apariencia visual, y JavaScript se encarga de la interactividad y la lógica del sitio web.

El filósofo, político y escritor romano Séneca y máximo representante del estoicismo, nos dejó una célebre frase para nuestra reflexión: "La suerte aparece cuando la preparación se encuentra con la oportunidad".

¿Por qué deberías prepararte en Programación Web? Pues, aquí tienes algunas razones:

  1. Oportunidades laborales: La demanda de desarrolladores web está en constante crecimiento. Si aprendes programación web incrementarás tu empleabilidad porque serás uno de los perfiles más demandados por el mercado laboral actual.
  2. Flexibilidad y creatividad: La programación web te permite crear cosas nuevas y expresar tu creatividad. Puedes construir sitios web interactivos, aplicaciones web, juegos y mucho más. Las posibilidades son infinitas.
  3. Independencia: Si aprendes a programar, puedes crear y administrar tus propios sitios web y proyectos online sin depender de otros desarrolladores.
  4. Colaboración: La programación web también te permite trabajar en equipo. Puedes colaborar con diseñadores, especialistas en experiencia de usuario y otros desarrolladores para crear proyectos web increíbles.
  5. Aprendizaje continuo: La tecnología web está en constante evolución. Al formarte en programación web, te involucrarás en un campo que siempre ofrece oportunidades para aprender y crecer.

En Enseñanzas Profesionales Sorolla queremos ser una fuente de creatividad y tecnología, para ello lanzamos el Curso de Programación WEB .

Este curso forma parte del “Máster en Desarrollo y Aplicaciones Web, con tecnología Azure y Power Platform. Oficial de Microsoft. (MDAW)” que impulsamos junto con Microsoft para todos aquellos que buscan oportunidades laborales, desarrollar su creatividad, tener independencia y la posibilidad de colaborar en proyectos web emocionantes.

¡Si consideras que te puedo ayudar, no dudes en escribirme!

martes, 13 de junio de 2023

¿Cloud Computing? En época de tormenta habrá que fijarse en la "nube" ⛈

¡Por fin entendí qué es el Cloud Computing! Llevaba tantos años escuchando que el futuro estaba en la “nube” y que se ha convertido en una herramienta clave para las empresas, que yo no me podía quedar atrás 🏃.

Aun así, para un perfil generalista como el mío y después de asistir a tantas charlas, conferencias y clases - muy enfocadas a la venta – me quedaba como un concepto demasiado etéreo: unas porque se pasaban de lo técnico e incomprensible para mí y otras, tan superficiales que se quedaban sólo en que el Cloud Computing me permitiría utilizar la informática a través de una “nube”.  

Pensad en mi perfil con formación en gestión empresarial y, por tanto, nada técnica que, sólo por ser un atrevido, he introducido distintas tecnologías siempre como “trabajo de mejora” permitiéndome crecer como profesional y hacer crecer los proyectos que he coordinado. ¡Por cierto! No os voy a contar en este post las resistencias que encontré por el camino de las personas que estaban acomodadas en los “procesos rutinarios”, pero sí deciros que he aprendido que hay que explicar muy bien a los equipos en qué consiste la tecnología que quieres implantar y cómo van a ganar con las eficiencias que se logren. Por ello, necesito conocer en qué consiste la tecnología en la “nube”.

Y gracias a la explicación de un nuevo colaborador que ha llegado a la oficina ¡Por fin lo he logrado entender! Me decía: “Imagina que tienes archivos importantes en tu ordenador personal💻. Si necesitas acceder a esos archivos desde otro lugar, normalmente tendrías que copiarlos en una memoria USB o enviarlos por correo electrónico, ¿Verdad? Pues, con el Cloud Computing puedes subir esos archivos a un servicio en la “nube” y acceder a ellos desde cualquier dispositivo con conexión a internet. Esto te ofrece la ventaja de tener todos tus datos disponibles en cualquier momento y lugar, sin la necesidad de transportar o copiar archivos físicamente”.

Le contesté que iba por buen camino y que con este ejemplo tan sencillo empezaba a entenderlo, que efectivamente yo voy con un USB siempre en el bolsillo, con el miedo de que un día lo pierda o me entre un virus o que pase por un escáner en el aeropuerto y se me borre toda la información que allí tengo. El “nuevo”, que más adelante os diré quién es, continuó explicándome que: “Además del almacenamiento de datos el Cloud Computing también te permite trabajar con distintos documentos, como tus informes, los presupuestos en una hoja de cálculo o las presentaciones, accediendo a ellos desde el navegador sin tenerlos instalados en tu disco duro del ordenador e incluso puedes compartirlos con tus compañeros de trabajo, proveedores o clientes”.

Una vez entendido que con esta tecnología puedo trabajar en equipo y sobre todo hacer más cosas en menos tiempo, también le pregunté sobre los beneficios que tendría para los proyectos empresariales que coordino, a lo que me indicó: “También puedes ejecutar y alojar aplicaciones empresariales más complejas en servidores en la nube como Power Platform de Microsoft, lo que te brindará flexibilidad, escalabilidad y seguridad”. ¿Power Platform? ¡Le pregunté yo con los pelos como escarpias!😧 A lo que me tranquilizó, diciéndome que eso me lo explicaría de manera sencilla en otra conversación.

Con esta explicación tan fácil entendí que, igual que en la Fórmula 1 las escuderías trabajan por arañar segundos a sus competidores, las empresas también deben introducir la tecnología Cloud para ganar en eficiencia. Me quedé con que el Cloud Computing es un gran avance tecnológico que nos permite trabajar en otra liga con el acceso a informes de datos, aplicaciones de trabajo y otros servicios a través de internet en lugar de almacenarlos y gestionarlos en nuestros propios dispositivos o infraestructura local. En lugar de tener que mantener grandes ordenadores en nuestras empresas como son los servidores físicos y el software en nuestras instalaciones, podemos utilizar los recursos informáticos y el almacenamiento proporcionados por proveedores de servicios en la nube, como por ejemplo son Azure de Microsoft, Amazon Web Services (AWS), Google Cloud Platform (GCP), IBM Cloud, Oracle Cloud o Alibaba Cloud, entre otras opciones que existen en el mercado.

En Enseñanzas Profesionales Sorolla queremos liderar la formación en este tipo de tecnología y para ello, lanzamos junto con Microsoft el “Máster en Desarrollo y Aplicaciones Web, con tecnología Azure y Power Platform.Oficial de Microsoft. (MDAW)

Por cierto … este nuevo compañero de viaje es la inteligencia artificial de ChatGPT.

viernes, 2 de julio de 2021

¿Qué debo tener en cuenta para elegir mi ciclo de Formación Profesional?

La Formación Profesional se consolida como eje vertebrador de la recuperación económica en todo el mundo y especialmente en España, donde se ha puesto de moda porque permite acceder al ámbito laboral o a estudios universitarios pero ya habiendo desarrollado competencias profesionales. 

Elegir qué estudiar es una decisión importante que marcará nuestro rumbo profesional e incluso el personal. En las siguientes líneas te daré algunas orientaciones prácticas para facilitarte la decisión de qué ciclo formativo realizar.  

¿Cómo elijo mi titulación de FP?

Habitualmente son dos los motivos que nos llevan a la elección de nuestra formación: lo que nos gusta hacer o la empleabilidad y oportunidades de emprendimiento de los estudios que, en mi opinión, debería ser una combinación de ambas.

1) Analízate

Así que, en primer lugar, te diría que debes analizarte e identificar qué haces bien, cuáles son tus gustos y motivaciones, qué es aquello en lo que destacas o a qué cosas no te importa dedicarle todo el tiempo del mundo porque es la clave para identificar esos posibles campos de estudio y por supuesto, contrasta su empleabilidad. Confucio decía: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.

No descartes ninguna opción porque ¿Quién iba a imaginar que las redes sociales iban a generar trabajos bien remunerados como el de Community Manager o los videojuegos con los Programadores? La oferta formativa de la Formación Profesional cada vez es más amplia para dar cabida a todas estas nuevas profesiones.

2) Investiga el campo de actividad y su nivel de empleabilidad

Una vez identificadas aquellas cosas que te apasionan, el siguiente paso es investigar y seleccionar cuáles son las titulaciones pueden llevarte a esa actividad profesional y analizar su nivel de empleabilidad, es decir, la demanda que el mercado de trabajo tiene para ese tipo de perfiles o poder emprender. 

Para analizar la oferta de ciclos formativos puedes utilizar el portal todofp.es del Ministerio de Educación y Formación Profesional que además aporta las ocupaciones para las que capacita cada título de formación profesional y vienen organizadas por las 26 familias profesionales. 

Mientras que para el análisis de empleabilidad te puedes apoyar en el informe Infoempleo Adecco sobre la Empleabilidad y Formación Profesional.

3) Selecciona la modalidad y el centro 

Una vez identificado el ciclo formativo que quieras cursar sólo te queda reflexionar sobre qué modalidad es la que más te conviene y el tipo de centro en el que lo cursarás.

Podrás elegir distintas modalidades entre presencial, semipresencial o a distancia, en función de tu tipo de vida porque no es lo mismo si estás trabajando o te encuentras en un periodo de excedencia por cuidados de hijos o personas mayores, que si dispones del tiempo necesario para asistir a clases presenciales. Hoy existen plataformas a través de metodología online que facilitan todo el proceso de enseñanza - aprendizaje.

Por último, analiza qué centros ofrecen la titulación en la modalidad elegida y reflexiona sobre su filosofía y el entorno de servicios que ofrecen porque son los que te facilitarán llegar a tu objetivo.

Veamos un ejemplo: ¿Pensando en emprender o reorientarte hacia el ámbito sanitario?

La demanda de profesionales del ámbito sanitario ha experimentado un gran auge a causa de la pandemia y también han crecido las oportunidades para emprender en él. 

Muchas son las personas que en estos momentos se están planteando dar un giro a su carrera hacia lo sanitario o aprovechar un tiempo de sus vidas para prepararse y dar un salto cualitativo, pero siempre asaltan las mismas dudas ¿Merecerá la pena el esfuerzo?, ¿Cómo hago para estudiar y trabajar a la vez?, ¿Qué metodología es la que mejor se adecua a mis circunstancias?, ¿Qué centro elijo?, entre otras.

Si ésta fuera tu situación, trataré de darte una serie de orientaciones sobre nuestra experiencia en Enseñanzas Profesionales Sorolla con el Ciclo de Grado Medio en Farmacia y Parafarmacia, una titulación oficial de dos años de duración.

Siguiendo el esquema anterior, lo primero que debes preguntarte es qué tipo de formación elijo para lograr mis objetivos y actualmente, por su enfoque práctico y su orientación a las necesidades específicas que tienen las empresas, la Formación Profesional se cotiza al alza.

Pregúntate y chequea cuáles son los requisitos que necesitas para poder acceder a este tipo de formación. En el caso que describo, te daría acceso directo si te encuentras en posesión del título de ESO o de un nivel académico superior, otra vía es poseer un Título de Formación Profesional Básica o un título de Técnico o de Técnico Auxiliar o equivalente a efectos académicos. Para los que seáis de mi generación, el haber superado el segundo curso del antiguo BUP o haber superado la PAU para mayores de 25 años, también nos ofrece el acceso directo. Si no cumples los anteriores requisitos, la otra alternativa es acceder mediante prueba específica para la que se requiere tener, al menos, diecisiete años, cumplidos en el año de su realización.

Qué contenidos estudiaré y si me servirán para mi propósito son otras cuestiones que deberías plantearte y en el caso que nos ocupa, la formación de este ciclo es multidisciplinar porque capacita a profesionales en un sentido amplio y por ejemplo, aprenderás anatomía y patología básicas, adquirirás conocimientos sobre la dispensación de medicamentos y productos de parafarmacia - incluye su composición y comprensión del etiquetado -. Además, conocerás el funcionamiento interno de una oficina de farmacia, tanto en ámbito público como en el ámbito hospitalario; así como, el acercamiento a la empresa mediante prácticas y la capacidad emprendedora.

Otra cuestión clave es qué modalidad elijo para cursar mis estudios y aquí puedes encontrar varias opciones, todas ellas con sus ventajas e inconvenientes:

  • Presencial: yo la recomendaría para los alumnos más jóvenes que requieren mayor seguimiento y una combinación de “educación – formación”; también, para aquellos que se les haya dado una circunstancia donde poder hacer una inmersión plena en la formación.
  • Semipresencial o a distancia, con metodología online: considero la mejor opción para los que requieren cierta flexibilidad y para aquellos que teniendo otras responsabilidades en sus vidas (cuidado de personas mayores o de niños, profesionales en activo, entre otras) o que por distancia no puedan plantearse la opción presencial ya que de esta manera se reduce el número de desplazamientos al centro pero te aseguras unos puntos de contacto mínimos presenciales en sedes cercanas para expresar dudas, reforzar conceptos y materias o entrenar habilidades. Por no hablar del desarrollo de competencias digitales que ofrece esta modalidad.
  • Pruebas libres y a distancia 100%: esta es una opción solo reservada para aquellos que puedan formarse con total autonomía o poseer una relevante experiencia en el sector, aquí es clave el autoconocimiento porque - haciendo un paralelismo con lo que sucede con los gimnasios en los meses de septiembre o enero - hay una tasa elevada de abandono posterior que supone una frustración para el alumno, por no hablar de la pérdida de tiempo y dinero.     

Al finalizar este ciclo podrás ejercer tu actividad en establecimientos de venta de productos farmacéuticos, parafarmacéuticos y en general productos relacionados con la salud humana o animal, así como con la cosmética, fitoterapia y otros; en pequeños laboratorios de elaboración de productos farmacéuticos y afines. Por último, ten en cuenta que el centro te facilite el soporte para tu proyecto emprendedor y/o tu salida laboral.

¡Muchos éxitos con tu elección!

martes, 20 de abril de 2021

¿Será la formación profesional de grado superior el nuevo “océano azul” para la universidad pública española?

La formación profesional está de moda y me pregunto si la formación profesional superior será el nuevo "océano azul" de las universidades públicas españolas - como en el pasado ya lo fueron los títulos máster - porque son muchos los centros educativos de distintos ámbitos los que se están preparando para tratar de aprovechar las oportunidades que ofrece el Plan de Modernización de la FP diseñado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, a través de la nueva "Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la LOE de 2006 (LOMLOE)", también conocida como Ley Celaá.

La elevada necesidad financiera que vienen arrastrando años atrás un importante número de universidades públicas españolas, muchas de ellas líderes en excelencia académica, requiere de distintas medidas y la actual crisis del Covid-19 que estamos viviendo no viene más que a agravar una situación de asfixia económica de muchas universidades públicas en nuestro país derivadas de épocas anteriores.

El propósito de este post no es analizar la posible infrafinanciación de la universidad pública o si su gestión económica es eficiente porque sobre ambas cuestiones ya existen numerosos análisis.

Según un reciente informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) la realidad que están viviendo nuestras universidades públicas es que sus grados se están vaciando por una caída de la población y por el reciente protagonismo que han adquirido los campus universitarios privados. Todo ello hace que el agujero económico de estas instituciones educativas sea cada vez mayor porque en un gran número de sus titulaciones no se llega al punto de equilibrio financiero para atender al volumen de estudiantes matriculados en ellas.

Mi análisis se centra en la oportunidad que tiene la universidad pública de ampliar su modelo atendiendo a un nuevo perfil de alumno que necesitamos potenciar en nuestro país como es el de la formación profesional de ciclos formativos de grado superior.

La necesidad de potenciar este perfil profesional viene muy bien expuesta en el “Plan de modernización de la Formación Profesional” elaborado y publicado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, que se concreta con “la creación de un ecosistema de relanzamiento económico desde la apuesta del capital humano y el talento” en nuestro país.

El reto como bien indica dicho plan es: “pasar de un modelo ‘diábolo’ con pocas cualificaciones intermedias a un modelo ‘barril’ de cualificaciones que requiere nuestro sistema productivo” y que se asemeja mucho más a otros modelos de países más competitivos de nuestro entorno.

FP

Analizando la estructura del sistema educativo español existe una oportunidad y una necesidad para que las universidades públicas españolas con su conexión con el tejido empresarial aborden la formación profesional con ciclos formativos de grado superior, que sirva para dotar a este nivel formativo del estatus necesario para prestigiarla, hacerla más atractiva y que genere atracción a un mayor número de alumnos y empleadores.

Ya en el año 2011 alguien debió ver esta magnífica oportunidad porque en la “Ley Orgánica 4/2011, de 11 de marzo, complementaria de la Ley de Economía Sostenible, por la que se modifican las Leyes Orgánicas 5/2002, de 19 de junio,de las Cualificaciones y de la Formación Profesional, 2/2006, de 3 de mayo, deEducación, y 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial” en su disposición adicional primera se creaba el marco y dejaba abierta la puerta para la colaboración entre la formación profesional superior y la enseñanza universitaria. Me atrevo a pronosticar que podríamos vivir próximamente con la formación profesional de grado superior aquello que ya vivimos hace unos años con las titulaciones máster cuando fueron incorporadas al sistema universitario español.

Asimismo, este tipo de egresados de ciclos formativos de grado superior constituye verdaderos “caladeros” de nuevos ingresos para los grados universitarios en dichas instituciones académicas en el life long learning de estos perfiles profesionales y de esta manera dejaría la formación profesional básica y de grado medio en manos de las instituciones educativas que vienen atendiendo los niveles obligatorios de educación en España.   


Hoy ya encontramos instituciones educativas de nivel superior, todas ellas de carácter privado, que incorporan en su oferta formativa los títulos de ciclos formativos de grado superior.

El sector educativo está viviendo un momento muy especial por distintos motivos (la digitalización de la formación, las numerosas operaciones corporativas en el ámbito privado, etc.) que me ha llevado analizar dicho Plan de modernización de la Formación Profesional desde el contexto hasta el mercado y las piezas van encajando para que las universidades públicas españolas puedan jugar un importe rol en este nuevo desafío.

Quiero aprovechar para advertir, aunque sea otro apartado de análisis, que el sector educativo - con un decalaje de unos 10 años aproximadamente -  está inmerso en una aceleración de los procesos digitales que ya han sufrido otros sectores de proximidad, como la banca de retail, agencias de viajes o el comercio; derivando en grandes procesos de reestructuración que hoy vivimos e inundan las portadas de los medios de comunicación. Lamento prever que esto mismo lo veremos en unos años en el sector educativo.

Mi análisis tiene una polémica conclusión: El contexto para este ambicioso Plan de modernización de la Formación Profesional es favorable porque la necesidad existe y la oferta de titulaciones está bien construida - aunque todo sea susceptible de mejora – pero, en mi opinión, la mayor restricción para alcanzar su éxito y, salvo excepciones, es la capacidad de muchos de los centros educativos que actualmente la abordan para llevar a este tipo de formación al nivel que se espera y por tanto, requeriríamos de otro tipo de players como la red de universidades públicas españolas para lograrlo.       

martes, 20 de octubre de 2020

Nuevos modelos educativos para nuevas necesidades sociales y empresariales.

El desafío más urgente de nuestro sistema educativo es preparar a los ciudadanos para afrontar este contexto social que vivimos y que es VUCA (Volátil, Incierto, Cambiante y Ambiguo) en la era de la información y la tecnología.

¡Fijaos qué paradoja! Nos encontramos en la era de la información y la tecnología, del Big Data y la Inteligencia Artificial; y es precisamente ahora cuando más incierto es el escenario social en el que nos movemos. Parece contradictorio que cuantas más herramientas y tecnología disponemos para predecir el futuro, resulta que los escenarios que tenemos que superar son más impredecibles. Disponemos en las últimas fechas de ejemplos claros que no podíamos prever que sucedieran, al menos los ciudadanos de “a pie” y que han sucedido: el Brexit con el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, la elección de Trump como presidente de Estados Unidos e incluso el último “cisne negro” con el Covid-19, entre otros.

Por tanto, los contextos y escenarios sociales, profesionales y empresariales que rodean la vida de las nuevas generaciones en nada se parecen a los escenarios y contextos que rodeaban el crecimiento de generaciones anteriores. Sin embargo, los dispositivos educativos vigentes son esencialmente los mismos que se establecieron siglos atrás, salvo la urgente aplicación de la tecnología en la impartición de las clases en la época del Covid-19 y la democratización de plataformas como Zoom, Teams, Blackboard, etc. y que han llegado para quedarse.

Si queremos que las generaciones actuales y futuras puedan afrontar con éxito los nuevos desafíos de la sociedad contemporánea, necesitamos modificar el dispositivo educativo que tanto nos ayudó en otras épocas para la erradicación de la ignorancia y para caminar hacia la evolución social y la consolidación de una cierta igualdad de oportunidades. Esto se traduce en revisar el currículo formativo organizado por disciplinas hasta llegar al desarrollo de competencias sociales y profesionales, los métodos de enseñanza – aprendizaje que sean próximos a los que el ciudadano debe enfrentarse en su vida real y profesional, los sistemas de evaluación y calificación que deberían estar orientados hacia la resolución de problemas que desarrollen capacidades humanas y profesionales o la aplicación de la tecnología pero necesariamente modificando la metodología docente para el desarrollo de nuevas competencias etc.

En el centro de todo este cambio a nivel institucional se encuentran los centros educativos y de formación, pero hay un pilar esencialmente protagonista: el docente.

Así pues, necesitamos elevar y reconocer socialmente a una dimensión superior a la figura docente para empoderarla y que, el nuevo docente, sea un profesional capaz de comprender la complejidad y la incertidumbre de la era contemporánea y comprometido con la misión de acompañar, orientar y estimular al desarrollo y aprendizaje de cada uno de los alumnos a su cargo, independientemente de la etapa formativa en la que se encuentre.

El docente debe prepararse para desarrollarse a lo largo de su larga vida profesional porque su impacto es fundamental en la sociedad. A la siempre difícil y compleja actividad docente ahora toca prepararse para analizar y trasladar al aula los métodos docentes necesarios para tener mejores ciudadanos preparados para superar la complejidad social actual. Ello significa que los docentes deben buscar una preparación de vanguardia y utilizar todos los medios de aprendizaje (formación) y acompañamiento (mentoring, coaching, etc) para desarrollar competencias o cualidades humanas personales y profesionales, como sistemas complejos de comprensión y actuación, que requieren prácticas, vivencias, experiencias auténticas en contextos reales y reflexión, debate y contraste abierto de saberes personales y profesionales.   

Desde aquí mi reconocimiento a todos los docentes que se entregan a su profesión y que están cambiando este mundo, a través de preparar a ciudadanos capaces de crear una sociedad mejor.

jueves, 20 de junio de 2013

El talento creativo al servicio de la innovación empresarial.

El contexto económico de competitividad que vivimos, con fuertes restricciones para la financiación, se traduce en la exigencia constante de toma de decisiones a corto plazo para luchar por la mera supervivencia por parte de un gran número empresas y profesionales. Mientras para otros esta situación se convierte en una verdadera oportunidad. La diferencia esencial entre unos y otros es la flexibilidad para inventar nuevos modelos de negocio o reinventar aquellos que han funcionado durante años o quizás décadas pero que muestran síntomas de agotamiento. 

La presión para generar cambios en la dirección correcta.
La situación económica empresarial actual nos obliga a generar cambios empleando un pensamiento constructivo que nos mueva la perspectiva desde la cual analizamos los acontecimientos. Deberíamos observar los problemas a los que nos enfrentamos desde una perspectiva diferente aportándonos nuevas posibilidades y fomentando la creatividad como herramienta para alcanzar el éxito y la innovación.

La mayoría de las preocupaciones empresariales se centran en la inmediatez de cómo ajustar la cuenta de resultados de modelos empresariales rígidos, con una reducción de gastos y un incremento de los ingresos, pero la velocidad a la que evoluciona el mercado y las exigencias de los clientes hace necesario planteamientos diferentes a los tradicionales que posibiliten nuevas soluciones.
Inventarse desde dentro de la organización.

El valor de una organización consiste en el valor de sus activos tangibles e intangibles pero estos últimos y, especialmente el talento, no está recogido en los sistemas tradicionales de contabilidad, ni en los instrumentos de control de gestión.
Las empresas europeas no podemos competir vía costes por lo que tendremos que competir en el valor añadido que podamos ofrecer al mercado y que éste a su vez, nos lo reconozca. En esta situación apoyémonos en las personas que forman parte de la organización, generando las condiciones necesarias para que aporten todo su potencial al servicio del proyecto empresarial.

Lo complejo es cómo reinventar un proyecto maduro. Para ello pensemos en las oportunidades que nos generaría si tuviésemos la oportunidad de empezar de nuevo el proyecto empresarial pero aprendiendo del conocimiento y experiencia que tiene ya la empresa, ¿Cómo nos organizaríamos?, ¿Qué mantendríamos?, ¿Qué suprimiríamos?, ¿Cómo nos relacionaríamos y daríamos respuesta a nuestros clientes? Este es un ejercicio claro de flexibilidad e innovación que para su realización requiere haberse liberado de las rigideces del modelo.
Mi propuesta de valor, en un contexto donde lo fácil es acogerse a la moda actual del “ajuste” traducido como reducción de plantilla, es utilizar el talento de los profesionales que forman parte de la empresa para generar nuevas soluciones que nos posibiliten acceder a nuevos mercados, ofrecer nuevas soluciones, generar nuevos productos y en definitiva, generar nuevos recursos o propuestas de valor que aseguren el crecimiento.

Inventarse de nuevo.
La empresa como organización de personas que persigue el beneficio económico debe poner el acento en la gestión del talento que la moviliza, es decir, en aquellos profesionales capaces de conseguir el objetivo por sus conocimientos técnicos, por sus competencias desarrolladas, así como por sus actitudes, motivaciones y el compromiso con el proyecto empresarial.

Si la innovación empresarial significa la generación de valor al mercado y por tanto determina nuestra competitividad, potenciemos la generación de nuevas ideas y el proceso de gestión en la organización.
Como consecuencia de lo anterior preocupémonos más por los mecanismos de pensamiento de nuestros colaboradores. El potencial lo tenemos cerca, trabajemos las fuentes de creatividad del entorno empresarial (empleados, clientes, proveedores) y explotemos al máximo la habilidad humana para producir nuevas ideas para cambiar aspectos del trabajo que mejoren los procesos habituales de funcionamiento.

Construyamos a largo plazo con un pensamiento estratégico, donde las decisiones a corto plazo respondan al proyecto y no sean fruto de la presión para crear un plan de contingencias. Tomemos en cuenta al talento que forma parte de la organización y desarrollémosle, no lo veamos como una carga en nuestra cuenta de resultados porque su gestión exclusiva a través del miedo, es el comienzo del fin colectivo. Para ello, compaginemos creatividad y viabilidad, desarrollemos entornos que fomenten la actitud proactiva y flexible ante la innovación propia y ajena, preparemos nuestros directivos para trabajar con el talento que gestionan para que desarrollen y pongan en marcha métodos innovadores.
El objetivo no es solamente producir novedades, sino construir el sistema que potencie la mejora continua, es decir, generar  novedades que tengan un impacto importante a nivel de la organización, difundir activamente la necesidad de exponer nuevas ideas para mejorar y hacer progresar a la persona en un entorno colectivo, proponer nuevas acciones (técnicas, comerciales, administrativas...) que contribuyan a mejorar la gestión interna/o del negocio y generar nuevos enfoques para el proyecto que impliquen cambios en los objetivos y la estrategia.

Fuente de creatividad
El cerebro humano es la fuente de la creatividad humana. El cerebro es el centro del sistema nervioso, convirtiéndolo en un órgano muy complejo y dividido en gran parte por dos hemisferios. Hay muchas teorías sobre cómo afecta el desarrollo de los hemisferios al pensamiento de una persona, pero las investigaciones atribuyen al hemisferio izquierdo como la zona del pensamiento lógico o convergente, analítico, secuencial, cuantitativo y planificador. Por todo ello, el neurólogo británico John Hughlings lo describió como el centro de la facultad de expresión. Mientras que el hemisferio derecho es un hemisferio integrador que pone en marcha el pensamiento creativo, original, intuitivo, de manera holística y especializado en emociones y sentimientos.

En 1976, el investigador Ned Hermann llega más lejos investigando el cerebro como la fuente de la creatividad, llegando a la conclusión de que el cerebro tiene 4 estructuras especializadas y conectadas entre ellas, que describen las preferencias del pensamiento, en base a nuestro comportamiento y a lo que preferimos prestar atención o no. Aunque éstas pueden cambiar a lo largo de la vida como método de evolución dinámica.
Aplicación del pensamiento creativo en las decisiones lógicas empresariales.

El sistema educativo tradicional no ha favorecido a la creatividad, que ha predominado por el desarrollo del pensamiento lógico y racional descrito para el hemisferio izquierdo. Pero cuando nos enfrentamos a un problema o ante una situación susceptible de mejora, un coeficiente intelectual elevado no es sinónimo de saber pensar bien, si antes no se desarrolla la capacidad de pensar.
Generalmente, cuando pensamos, intentamos abarcar todos los aspectos del problema intentando ser rigurosos, intuitivos, críticos, creativos, cautos y analíticos, todo al mismo tiempo. Adicionalmente, esto se vuelve mucho más complejo cuando las decisiones deben ser tomadas en conjunto, porque además debemos sumarle la complejidad de las diferentes personas y, en mi opinión, éste ha sido el gran obstáculo que muchas organizaciones no han sabido superar a la hora de poner en marcha modelos innovadores conjuntos.  

Para superar la barrera humana del pensamiento en las organizaciones Edward de Bono, la autoridad mundial del pensamiento creativo, propone una metáfora de seis sombreros. La metáfora pretende ordenar el proceso de pensamiento con cada uno de los seis sombreros que representan un modo de pensamiento.
Utilizando cada vez un tipo de pensamiento, somos más poderosos para enfrentarnos al esfuerzo del pensamiento creativo y a las barreras de hacerlo de manera conjunta, porque todos sintonizan el pensamiento global, la experiencia y la inteligencia en la misma dirección.

El profesor Edward de Bono construye su metáfora en una técnica de seis sombreros para facilitar la resolución o el análisis de problemas desde distintos puntos de vista o perspectivas, como un marco de referencia para el pensamiento que incorpora todo el potencial del pensamiento creativo.
La técnica de los seis sombreros para pensar es un método que nos permite pensar de manera más eficaz utilizando seis sombreros de diferentes colores. Cada uno de ellos representa seis maneras de pensar. Los sombreros deben ser considerados como direcciones de pensamiento más que como etiquetas para el pensamiento, es decir, que los sombreros se utilizan de manera proactiva y no reactivamente fomentando el pensamiento en toda su amplitud y orientándonos hacia la acción. La técnica puede ser utilizada de manera individual o grupal. En este último caso, cada uno de los participantes puede ponerse y quitarse imaginariamente para indicar el tipo de pensamiento que está utilizando, siempre teniendo en cuenta que la acción de ponerse y quitarse el sombreo es esencial, los participantes deben utilizar el mismo sombrero al mismo tiempo. Los seis estilos de pensamiento viene determinados por:

  1. SOMBRERO BLANCO: con este pensamiento debemos centrarnos en los datos disponibles. Ver qué información disponemos y aprender de ella.
  2. SOMBRERO ROJO: con él observamos los problemas utilizando la intuición, los sentimientos y las emociones.
  3. SOMBRERO NEGRO: haciendo uso de este sombrero pondremos en marcha el pensamiento del juicio y la cautela, poniendo de manifiesto los aspectos negativos del tema tratado.
  4. SOMBRERO AMARILLO: con este sombrero pensaremos positivamente, nos ayudará a ver por qué algo va a funcionar y por qué ofrecerá beneficios.
  5. SOMBRERO VERDE: este es el sombrero de la creatividad y el momento para la generación de ideas y nuevas alternativas.
  6. SOMBRERO AZUL: es el sombrero del control y la gestión del proceso del pensamiento. Con él se resume lo que se ha generado durante el proceso y se llega a las conclusiones.
El verdadero poder nos ofrece el pensamiento creativo es generar un valor que nos posibilite competir en mejores condiciones, construyendo o reconstruyendo proyectos empresariales sólidos y perdurables en el tiempo. Porque momentos tan adversos como los actuales exigen la versatilidad de poder cambiar, en cualquier momento, la perspectiva desde la cual se analizan los acontecimientos. El profesor De Bono nos avisa que “el pensamiento tradicional centrado en el análisis y el proceso, que rige el 90% del comportamiento humano y el 100% de la educación, no está diseñado para enfrentarse a esta transformación”.

Artículo publicado en junio de 2013 en el número 27 de la revista ESIC Alumni. 

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